El destino hace un parón en el tiempo y deja de seguir con su curso. Las vidas de ambos se paran y desde ese punto de partida, comienzan una nueva vida.
Ella, en el hospital. El, escapando precisamente de este destino dichoso. A miles de kilómetros de distancia, por poco que sea, piensan el uno en el otro. Soñando con sus lagrimas y con las noches, demasiadas, pasadas en vela. Imaginando que él nunca se fue, y que ella nunca se desmayo en la discoteca, pensando que nada de esto tuvo que ocurrir.
10:30 del dia siguiente.
-Muy bien, pues ya se puede ir.
-Muchas gracias doctor.-dice ella con voz suave.
Diego la agarra de la cintura y la lleva a la sala de espera, donde sus amigos la están esperando.
-Patri! -dice Elena saltando a sus brazos.
-Como estas?-pregunta Hector.
-Bueno, estoy bien, aunque me han dicho que reposo.
-Pero, ¿Que te ha pasado exactamente?
-Luego os lo cuento, ahora solo quiero irme a mi casa.
Realizando la petición de Patricia, la llevan a casa. Quieren llegar antes de que sus padres lleguen del viaje, antes de que se den cuenta de que su hija no ha pasado la noche allí.
Girando la llave dentro de la cerradura, la puerta hace su particular ruido y se abre. Diego y Patricia pasan a la habitación y Patricia se sienta en la cama.
-Bueno chicos, nosotros nos vamos, si pasa algo nos llamáis. -dicen los demás.
-Ok, mañana nos vemos. -dice Patricia sonriendo.
-Adiós chicos.- Dice Diego.
-Cariño tu no te vas? Tus padres estarán preocupados...Y no qu
iero causarte molestias.
-Pero, que dices? Como me vas a molestar tu? No digas tonterías.
-Las tonterías las dicen las tontas, pero yo no soy tonta, solamente estoy enamorada- dice Patricia mordiéndole el moflete a Diego.
-Enamorada, pero también estas rabiosa ehh, que vaya mordisco que me has dado.
-Es que tengo hambre jaja.
-Se nota...Bueno tu descansa, yo preparo alguna cosa.
-¿Seguro?
-Segurisimo.
Acomodándole la almohada a Patricia, Diego se va a la cocina a intentar preparar algo comestible.
Los cazos empiezan a chocarse unos con otros y la risa de Patri empieza a sonar.
Patricia mira su móvil. Una llamada perdida...De Sara. ¿Que le querrá decir? ¿Se habrá enterado de que me desmaye sin ninguna razón aparente en la discoteca?
La canción de "Lo que no ves" empieza a sonar en la pantalla del
móvil. El dedo pulgar presiona el botón de llamada, y Patri se pone el móvil en el oído.
-¿Si?
-Hola Patricia, soy Sara.
-Ya, lose.
-Tengo que contarte una cosa...
-¿Que cosa?
-Es sobre Oscar...
-Es sobre Oscar...
-Mira Sara, lo siento pero Oscar ya no me interesa, solo es mi ami...
-Patricia, Oscar se ha ido!
-No me...Que!? Se ha ido? Donde? Cuando? Como?
-Se fue ayer por la noche...No me quiso decir a donde se iba.
-¿Y porque motivo se fue? - el corazón de Patricia parece un locomotor.
-¿De verdad no sabes la respuesta a la pregunta? Patri, se fue por ti, porque su corazón no aguanta mas verte al lado de otro que no sea el, porque es demasiado daño el que siente al no poder tenerte a su lado, como antes...Porque te quiere demasiado...Y volverá cuando el corazón sane.
Las lagrimas de Patricia llegan hasta el ultimo rincón de la habitación. Por suerte, Diego esta en la cocina y no la ve, por suerte no se ha desmayado todavía, por suerte sigue viva.
-Sara, muchas gracias por contármelo...
-Era lo que tenia que hacer, Oscar me lo dijo...Y una cosa mas.
-¿Que?
-Depende de ti que vuelva o no.
Sara cuelga el teléfono. Ya no hay nadie al otro lado del móvil con quien pueda hablar y que escuche las lagrimas de Patricia.
Medio tirada en la alfombra de la habitación con el móvil en la mano, Patricia vuelve a sentir aquel pequeño mareo. Un escalofrío le recorre desde la columna vertebral hasta el ultimo dedo del pie. Las manos le empiezan a temblar y parece que empieza a perder un poco el conocimiento, bueno parece o lo esta perdiendo, no lo podría decir muy bien ahora mismo. Sus ojos derraman gotitas transparentes sin parar, una tras otra, sin parar, sin tener una pausa, como en las películas. El móvil rebota en la alfombra, y Patricia cae al suelo, con la cabeza apoyada sobre los brazos.
Parece como si le hubieran dado veneno y estuviera haciendo efecto, como si la sangre ardiera por el interior de las venas y cada vez doliera mas.
Los miles de recuerdos, las miles de palabras recorren hasta la ultima extremidad de Patricia, haciendo que en su cabeza, sus sentimientos se acumulen de tal manera, que parece que la cabeza le va a explotar.
Las fotos. Los besos. Los abrazos. Los te quiero. Las miradas. Las sonrisas. Benidorm. La piscina. Su vida. Lo que vivieron juntos. Lo que el mismo destruyo. Lo que le hizo correr a Patricia cada vez que le hablaba o lo recordaba algo. El dolor. La rabia. El amor. Una razón para vivir. ÉL.
Y se derrumba, se derrumba como los sentimientos al borde del vacio, como la vida que aparentemente son dos dias, como todo lo que queda por llorar, como todo lo que ahora mismo tendria que pasar.
Diego aparece y se para en seco en frente de ella.
-Patricia!
La coge por los hombros y le da unas palmaditas en la cara. La acomoda en la cama y le pone su móvil al lado de las manos. Corre a llamar a una ambulancia, sin pensar en nada, solo en ella.
-Diego...
Su voz triste y apagada se oye desde la habitación. Diego corre hacia ella.
-Patri! Que te pasa?
-Me ha dado un mareo...
-Porque?
-No hay porque...
-Llamo al hospital? O a Elena o a tus padres?
-A Elena, dile que venga.
-A Elena, dile que venga.
Diego le toca la frente a Patri. Mas caliente que un radiador.
Llama a Elena y le dice que se de prisa. Coge una toalla mojada y se la pone en la frente a Patricia. Se va a la cocina y recoje las 4 cosas que quedan.
Se pone junto a ella en la cama. Llaman a la puerta. Abre. Ve a Elena con los ojos como platos al ver a Patricia tan mal.
Dedicen llamar a una ambulancia, pero ella se lo impide.
-Elena, Diego, no llameis a la ambulancia, estoy bien.
-No, no estas bien. Te has vuelto a desmayar.
-Estoy cansada...Y necesito descansar, solo es eso, en serio.
-Bueno, pero como vuelvas a sentirte mal nos habisas.
-De acuerdo.
Diego la besa en la frente. Le acomoda un poco mas la almohada y cierra la puerta de la habitación.
Patricia apoya su cabeza, fuerte, contra la almohada y cierra los ojos, intentando controlar sus ganas de tomar un tren hacia quien sabe donde.
A miles de kilómetros, en Benidorm exactamente, Oscar intenta dar las menos explicaciones posibles a su familia. Su tía le pregunta una y otra vez que le diga una razón de porque ha decidido dejar a sus padres, el instituto, sus amigos...Su vida.
Oscar niega con la cabeza a las posibles respuestas de su tia.
-Ha sido porque sacabas malas notas? -dice ella insistiendo.
-No...
-Entonces, porque ha sido?
-Esas cosas pasan. Cuando quieres cambiar de aires, cuando las palabras no bastan, y solo vale la razón, no el corazón, cuando decides dejar todo atrás, cuando tienes el valor de decir adiós al pasado, cuando te das la oportunidad de volver a vivir lo que tu mismo destruiste. Por eso me he ido, porque he decidido arreglar lo que yo un dia destruí, y porque simplemente la vida no es nada fácil, y sin ELLA mas todavía.
-Esas cosas pasan. Cuando quieres cambiar de aires, cuando las palabras no bastan, y solo vale la razón, no el corazón, cuando decides dejar todo atrás, cuando tienes el valor de decir adiós al pasado, cuando te das la oportunidad de volver a vivir lo que tu mismo destruiste. Por eso me he ido, porque he decidido arreglar lo que yo un dia destruí, y porque simplemente la vida no es nada fácil, y sin ELLA mas todavía.
La mirada atónita se posa en la cara de aquel joven que huye del destino, como huiría un ladrón de sus crímenes.
Oscar, dejando a su tía asombrada, se da la vuelta y se va a su
habitación. Sin ni siquiera encender la luz, se tumba en la cama y apreta, como ella, la cara contra la almohada y cierra los ojos, fuerte muy fuerte, mas fuerte todavía, para intentar salir de aquella puta pesadilla que lo tiene encerrado en aquel destino inexistente.
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Hola! Siento muchísimo el retraso, pero he estado hasta el cuello de exámenes. Espero que os guste el capitulo. Os quiero