-Umm…Ya voy…No tengo ganas.
-Es que desde anoche queria decirte que mientras que estabas durmiendo te llamo Diego.
El nombre de Diego empieza a sonar de un lado para otro en la cabeza de Patri.
-Diego?..Y que quería?
-Nose, me dijo que lo llamaras.
-Vale, voy a llamarlo.
La madre de Patricia sale de la habitación dejando a su hija sola. Ella coge el telefono y busca en la agenda el número de Diego. Lo encuentra. Coge aire, mucho, y lo expulsa, seguidamente pulsa el botón de llamada.
-¿Si?-dice él.
-Diego, soy Patricia…¿Qué querias decirme?
-Patri..Necesitamos hablar. Sobre nosotros, sobre ti, sobre mi, sobre todo lo que nos rodea.
-Losé. ¿Puedes quedar hoy? A las 5 en el parque ese que hay por mi casa.
-Ok. Allí estaré. Adiós.
-Adiós.
La llamada finaliza. Dos corazones laten al ritmo de dos motores. Que decir, que saber, que coño pensar de todo esto. A la misma vez, los dos dejan el movil encima de la mesa, y a la misma vez también se tumban en la cama. Por sus cabezas pasan todo tipo de preguntas y de respuestas sin ningún sentido. Él coge otra vez el móvil y busca la foto de ellos dos besandose. Era bonito ver como todo parecía magico al lado de ella. Absolutamente todo. Estar junto a ella,sentir su piel, sus labios, los abrazos cálidos en el invierno, sentir que todo desaparecía a nuestro alrededor y que por alguna razón parecía un sueño de los más bonitos del mundo…Eso es. Ella, ella, ella…No era más que un estúpido sueño, un sueño del que hay que despertar, un sueño que esta misma tarde terminara.
17:00.
Patricia se sienta en un banco, esperando a que Diego llegue. Mira a su alrededor.Hace calor y aún así no hay nadie por aquí. Antes todo era distinto. Cuando Patri era pequeña este parque parecía otro. Algo distinto, con vida, con gritos de niños, con madres hablando por los codos, con rayos de sol cegando a los pájaros. Rebosaba vida hasta por las hojas de los arboles. Pero todo cambia. Hasta las mejores cosas. Cambian.
-Hola Patri. - dice Diego sancadola de sus pensamientos.
-Hola Diego.
Los dos se sientan en el banco.
-Bueno, ¿ De que querías hablar?
-De muchas cosas…Empezando por nosotros, claro si todavía sigue existiendo ese nosotros. –dice Diego.
-Diego, sabes que Oscar ha vuelto no?
-Si, lo supe hace unos días. Valeria me lo dijo.
-Pues bien, el mismo día que volvio me encontre con él. Estaba en el parque meditando sobre todo y aparecio él. Hablamos, de muchas cosas, de demasiados sentimiento olvidados y los que habiamos vuelto a encontrar, y los que simplemente no se fueron. Hablamos de ese “nosotros” y el corazón me dio un vuelvo. Pero yo no quiero hacerte daño Diego, tu te has portado muy bien conmigo, pero Oscar tiene una cosa que tu no le has podido arrebatar a él, mi corazón. Tu te ganastes mi cabeza, mi alma…Pero no fue suficiente para olvidarme de Oscar. Lo siento Diego, entiéndeme…
-Patri…Te entiendo, pero comprende que duele. Yo te quiero muchísimo y por eso me gustaría que si de verdad quieres algo más con una amistad conmigo me lo digas, y si solo quieres una amistas fuerte, sólida y sin secretos, por favor dímelo también. Necesito apartar algunos sentimientos y encontrar otros.
-Te quiero, pero como amigo. Como alguien que me ha hecho pasar unos
de los mejores momentos de mi vida, en serio. Muchas gracias.
- No me las des, para eso están los amigos, no? –dice Diego sonriendo.
Diego se levanta del banco y mira a Patricia. Ella sonríe y se acerca a él para darle un beso en la mejilla. Un escalofrío recorre el cuerpo de Diego, como la primera vez que ella lo beso. Se va alejando de aquel parque, poco a poco, mirando hacia atrás a Patricia. Dejando atrás aquel sueño tan bonito que vivió con ella.
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Holaa! Lo siento por publicar tan tarde, pero entre los exámenes, las 2 que he suspendido y entre que me han quitado el ordenador no he tenido tiempo para nada. Espero que os guste, un beso.